Cuando ponemos nuestra propiedad en el
mercado, ya sea un terreno, casa, departamento, oficina, local comercial
o industrial, conocer cuál es el precio que debemos asignarle, es la
primera y más importante tarea que debemos realizar, para obtener luego
con éxito el cierre de nuestra operación inmobiliaria, sin pérdidas de
tiempo ni de energías en el proceso.
Muchas veces los mismos
propietarios suelen y desean realizar ellos mismos el análisis, pero en
la mayoría de los casos, los elementos en los que se basan son producto
de una información más subjetiva que técnica, por lo que esta situación
los induce a un error en el cálculo.
En momentos en los que el
mercado inmobiliario se encuentra muy dinámico, y que como resultante
los precios han mostrado una clara tendencia al alza en los últimos
años, lo más recomendable es recurrir a un especialista que realice
ésta labor: Mandar “tasar” o lo que es mejor solicitar una
“valorización comercial” de la propiedad es lo más adecuado.
Cuando tasamos un inmueble “nos anticipamos” a conocer cuál será el
valor económico en el que este se venderá, ese es el principal
objetivo; y para ello, documentos como la Partida Electrónica o los
certificados municipales son necesarios, además del imprescindible
“Certificado de Parámetros” que nos brinda información específica y
técnica sobre el uso del suelo o de la propiedad en su totalidad. Esto
es válido tanto para la venta, como para el alquiler del inmueble.
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